Marcelo: "-Los eduqué pensando en las cosas
que más quiero. Un día lo agarré a mi hijo y le dije: Yo quiero que, aunque sea
una vez lo veas cantar a Charlie, lo veas jugar a Maradona, que me acompañes a
ver al Temperley. Porque soy hincha de Temperley, ni de Boca ni de River, de
Temperley. Al tiempo se encontró con que Temperley desaparecía por fraude, lo
vio entrar a Charlie destruido en una clínica, y lloró como nunca cuando a
Maradona lo sacaron del Mundial de Estados Unidos. Y esos son nuestros ídolos.
Mirá si le hubiera hablado de los políticos y de toda esta gente que nos afana
y nos miente. Y yo que quería tener todo ordenadito, ahora estoy acá. "
Nueces para el Amor. 2000.
Alberto Lecchi.
Alicia:"-Y me quedé parada ahí, quieta.
Sin permitirme nada. Y es que la lucha continuaba y más fuerte que nunca.
Horacio era eso, una mezcla de militancia y romance. Que romance, era amor.
Pero la verdad es que siempre me costó llamar al amor por su nombre. A las
cosas jod... no, la guerra es guerra, la muerte es muerte, el dolor es dolor.
Pero nombrar al amor me cuesta… La derrota no existía, pero la lucha era jodida y yo no
tenía ningún derecho de involucrar a Marcelo solamente porque él pensaba que me
amaba. En ese entonces, creíamos que el único resultado que nos cabía era la
victoria. Si estaba dispuesta a dar la vida, como no iba a estar dispuesta a
renunciar a él… Así que me quedé parada ahí, en el andén, mirando como el tren
se alejaba.
Mi vida parece ser eso: Un tren que se aleja
llevándose lo que es mío, y yo mirando como se aleja impotente, incapaz de
tenerlo, de detenerlo, de cambiarle el rumbo. "
Nueces para el Amor. 2000.
Alberto Lecchi.